19 abril, 2011

Palabras precisas


Personajes: Severus Snape/ Harry Potter.

Genero: Romance, Humor.

Clasificación: Todo publico.

Disclaimers: Los personajes de Harry Potter, no son míos, pertenecen a J. K. Rowling.

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Harry era de las personas que en su vida, nunca, pero de verdad que nunca, había recibido un cumplido de manera amorosa. Claro, para todo el mundo era el chico-que-vivió y alababa su fuerza y su poder.

Eso fue lo que gatilló que ahora se encontrara en medio del pasillo que llevaba al gran comedor, siendo el centro de la atención de muchos alumnos y profesores, bueno, por lo menos la mayoría del cuerpo docente, por que el que de verdad tendría que estar ahí, por haber sido el causante de que se encontrara en ese estado, no se encontraba.

Desde que había entrado al colegio, en su nueva faceta de profesor de vuelo, se había sentido cálidamente recibido. Como si de verdad todo el mundo estuviera feliz de tenerlo entre ellos. Claro, siempre están las excepciones, pero de verdad creía que este sería un año normal. Después de la caída del Lord y de su salida de Hogwarts, ahora con 21 años, creía que podía tener una vida normal.

El problema se suscitó esa mañana, cuando iba en dirección al gran comedor y por el otro lado del pasillo apareció él. Con su típica túnica negra, envolviendo su cuerpo de manera deliciosa (cosa que no admitiría ni a base de Crucius), con su cabello negro cayéndole hasta los hombros y con su esa inconfundible mirada de desprecio para quien tuviera la osadía de cruzarse en su camino.

Harry estaba dispuesto a llevarse bien con el hombre, pero si para eso iba a necesitar aguantarle el mal carácter a diario, pues que se esperara sentado. Él había ido para cambiar el aire hostil de la guerra, no para seguir enfrenándose a ese hombre como si aun fuera su profesor.

Había llegado a su lado y estuvo tentado a decirle algo cuando el tipo le miró con descaro y fruncía el seño. ¿Qué de malo tenía su ropa? No le iba a aguantar, pero Snape le salió con una que no vio venir.

— ¿Sabía que es de muy mala educación ir provocando los bajos instintos de las personas, con esa ropa tan ajustada y que llama a la lujuria? Debería ponerle una detención, profesor Potter. —el tono libidinoso en las palabras de Snape lo encendieron.

Y helo ahí, parado como estatua, sin siquiera pestañear, después de las palabras de Snape. Y es que estaba seguro de algo, si se movía, terminaba buscando a Snape hasta debajo de las piedras, y rogándole que se lo tirara. ¿Tan poca resistencia tenía a las insinuaciones? Por que si de algo estaba seguro es que Snape se refirió a el casi como si fuera un trozo de carne al que le gustaría devorar.

Ahora estaba el hecho de que mas podía esperar, un avance por parte de él, o de plano actuar por cuenta propia.

De lo que estaba seguro es que no perdería una oportunidad así, ¿Quién quita y le podía decir a Snape lo deliciosamente atractivo que se veía en ropa negra? Esa oportunidad no la perdía, no señor.
 
Fin

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