19 abril, 2011

Tu casa es casa de locos


Personajes: Itachi/Deidara (mención de Sasuke/Naruto)

Advertencia: AU – Lemon – M-preg

Genero: Romance, Humor

Clasificación: NC-17

Disclaimers: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto-sama. El tema de fondo tampoco. Es de Ricardo Arjona.

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Maldita, maldita, mil veces maldita mi suerte.
¿Por que esto tiene que ser tan complicado?
Soy estudiante de una ilustre universidad. Tengo los mejores puntajes en toda la institución, un currículo excelente para la edad que tengo, 25 años, soy bastante bueno. Tengo buen porte, la piel clara, el cabello negro al igual que mis ojos, unas ojeras que según muchos me hacen ver sexy y misterioso (por no decir mucho) Lo que me acarrea tener a mucha gente detrás de mí, tanto chicas como chicos, pero ese no es el problema, si no que tengo un hermoso novio. A mi parecer, un verdadero ángel.
Su nombre es Deidara. Tiene el cabello rubio largo hasta casi rozar el trasero (que de por si ya lo tiene bastante bueno) siempre lo tiene tomado en media cola y deja que un extremo caiga sobre sus ojo izquierdo. De echo sus ojos, esos ojos son lo primero que llamo mi atención. Son tan hermosos como el firmamento en verano, unas joyas para mí. Tiene un cuerpo delgado y es un poco mas bajo que yo... por lo que llama la atención por donde pasa y yo tengo que estar espantando la sarta de buitres que osan en acercarse. Con solo una mirada mía ya está tres metros bajo tierra.
¿Que?
Tengo que proteger lo que es de mi propiedad. Si, por que Dei-chan es de mi propiedad desde el momento en que Itachi Uchiha puso sus ojos en el. 
Para cualquier persona que nos viera caminando por la calle tomados de la mano o abrasados a la orilla del lago que esta cerca de la universidad, pensaría que somos la pareja más feliz del mundo... pero todo tiene su pero.
Todo estaba bien hasta que a mi estúpido hermanito le dio por salir con el "hermanito" de mi Dei-chan, pero como no todo lo que brilla es oro, mi queridísimo e idiota aniki dejó en cinta a Naruto, el hermano menor de Deidara y como toda familia de buena clase, por que si tenían muy buena clase, tuvieron que casarse antes de que naciera la criatura. Y a mi, como vivía solo con mi hermano, me invitaron a vivir con ellos a su pequeña mansión tipo castillo, por que lo que tenían no se podía comparar con ninguna de las mansiones vecinales.
Y ahí justo ahí empezó mi martirio, por que para mas remate los padres y familiares de mi Dei-chan no tenían idea de que su angelical retoño tenía como koi a su concuñado. De hecho, bastante creo que soportaron sus padres cuanto se enteraron de lo de su hijo menor, ya que solo tiene 16 año, como para mas encima que  su otro bebé, ya que Deidara solo tiene 17, estuviera con alguien que no fuera de su edad, ya que nos separan como 8 años...  

Ya no puedo seguir aguantando tanto
A la infame de tu abuela y
A tu viejo que es un espanto
A tu madre y su comida francesa
Que en vez de hambre me da tristeza

Su padre, yo creo que me medio quiere,  claro que no pierde oportunidad de decirme o mas bien sacarme en cara lo irresponsable que fue Sasuke al no cuidarse. Normalmente terminamos discutiendo, por que yo le devuelvo el comentario aduciendo el hecho de la crianza de Naruto, donde normalmente interviene Súper-Tsunade,  la abuela de mi koi, diciendo alguna estupidez sobre la juventud de hoy. Hasta que interviene su madre, que no es mala mujer, por que es dulce y cariñosa. De hecho, de hay creo que saco Mi Dei-chan su ternura cautivarte. Yo creo que su único defecto es lo Bien que cocina, nótese la ironía, cuando le da por meterse a la cocina a prepararnos lo que ella llama "una receta con todo su amor".   

Ya no puedo seguir realmente estoy arto
Darte un beso o acariciarte en casa
Resulta más difícil que un parto
Y mi economía ya no soporta
Tanto soborno para el idiota de tu hermanito

Todavía recuerdo cuando tu querido hermano nos descubrió en tu pieza.
Yo realmente estaba muy encendido ese día y no iba a dejar que te escaparas tan fácilmente.
Te llamé luego de que nos levantamos de la mesa con el pretexto que te estaba ayudando con los estudios para los exámenes de ingreso a la universidad... si claro... tenia toda la intención de enseñarte, obviamente que nos íbamos a concentrar en todo lo que fuera la fisonomía humana. Íbamos hacia tu alcoba. Tú ibas adelante mío, mis ojos de pronto se fueros más y más abajo y sentí que mi auto control se fue a pique. Te tomé de la cintura y te acerqué a mí en forma violenta. Tú solo reíste muy bajito, como si te hubieras adelantado a propósito para provocarme...
Ahora ya era demasiado tarde.
Llegamos a tu pieza en medio de furiosos besos y caricias desenfrenadas. Te arrojé a la calma y me coloqué sobre ti sin dejar de besarte. Ya había aguantado demasiado.
Tus padre siempre entraban al salón cuando a mi se me ocurría tratar de tocar tan siquiera un trocito de tu piel, pero ahora no había nadie cerca que nos interrumpiera y yo iba a aprovechar eso.  
Te fui desnudando casi con desesperación, al igual que tú lo hacías, dejé de besar tus labios para bajar poco a poco por tu cuello. Llegue a tu pecho donde me dedique a lamer con impaciencia tus pezones que se erguían en tu hermoso cuerpo. Mis manos, nada perezosas, ya habían acabado con la extenuante tarea de desnudarte por completo.
Te besé nuevamente los labios he hice rozar a propósito nuestros miembros ya erguidos. Dejaste escapar un suspiro que me supo a gloria y seguí con esa tarea hasta que me levante un poco para verte.
Te veías realmente hermoso sonrojado, excitado al limite igual que yo así que no dude ni un instante me posicione entre tus piernas, tú las pusiste alrededor de mis caderas para dar mas agarre. Ya sabias lo que venía y el ver que cooperabas me excitaba aun más.
Te tomé de la cintura e hice que te sentaras sobre mis piernas.
Lentamente fui invadiendo tu entrada con mi miembro.
Tus ojos se veían vidrioso y una insolente lagrima descendió por tus hermosos ojos... no quería lastimarte y a mi desgracia trate de salir para no hacerte daño, a lo que tu respondiste tomando mis hombros haciéndome caer de espalda.
Te miré con cara de ¿Qué haces? a lo que tú solo sonreíste y te auto penetraste sentándote fuertemente sobre mi miembro.
Ahogamos un grito de placer en un beso demandante.
Te separaste de mi y hay vi cuan hermoso te podías ver cabalgando sobre mi.
Las embestidas eran cada vez más fuertes y rápidas. Tus gemidos me llevaban a la gloria hasta que llegamos al clímax al mismo tiempo. Tú sobre nuestros cuerpos y yo en tu interior.
Me besaste nuevamente y fue entonces cuando giré mi vista por primera vez en la puerta.
Muy apoyado se encontraba tu hermano, con una cara de satisfacción que me decía que lo había presenciado todo.
Tú no te diste cuenta, ya que te encontrabas sobre mí, jadeando de cansancio y al borde de un sueño reparador.
Tú hermanito se fue, no sin antes cerrar la puerta.
Desde entonces cada ves que él quiere algo que mi hermano no quiere hacer o comprarle, me mira y yo automáticamente correspondo de mala gana, interviniendo y en muchas ocasiones cumpliendo yo con sus pequeños antojos que ya me están dejando en la banca rota.
Tú me miras y me preguntas por que lo hago.
Yo solo te respondo que es por que esta delicado por su embarazo, solo por ocultarte la verdad para protegerte de la vergüenza que sufrirías si lo superas.                                 

Y tu tía que presume de pura
No hace más que enseñarme las piernas
Y guiñarme el ojo
Tu casa es casa de locos
Y tu también otro poco
Por seguir allí y no venirte aquí conmigo
Por eso me vine a mi casa
Pues prefiero extrañarte que poner un pie en la tuya
Tu casa es casa de locos
Y tu también otro poco por seguir allí
Y no venirte aquí conmigo

No te puedes ni imaginar cuanto te amo, pero yo creo que todo tiene su límite y yo ya estaba llegando al mío y ahora, para agregarle más sabor a la cosa, tuvo que llegar tu tía Sakura.
Cuando la conocí no me pareció mala persona, pero cuándo vi que prácticamente se me ofrecía en bandeja, pensé que las cosas no podían caer mas bajo. Claro, la dulce señora también se le insinuaba descaradamente a mi hermano, pero este solo le daba una de sus miradas y ella salía despavorida. Luego se me acercaba a mi y me miraba con ojos que me desnudaban prácticamente... aun no entiendo como no te dabas cuenta, si hasta tu madre le decía "hermana no pongas nervioso a Ita-chan" a lo que ella me miraba y me decía "no entiendo como no tienes novia si eres tan encantador" yo sinceramente le iba a decir que eras Tú mi novio, pero prefería no hacer más problemas y trataba de ignorarla. Hasta el día en que me cansé de toda esta situación y te enfrente diciéndote que no aguantaba más y que me iba, haya tu, si me seguías pero yo no iba seguir con el juego de aguanto a tu familia por que te amo... 

Ayer tocaron mi puerta y eras tu con tu maleta
Bajo el brazo y en francés un viejo libro de receta
Y te abrase pero comprendí
Que se repartiría la misma historia
Ahora en mi banqueta...

Pasaron como dos semanas en que casi no te veía. O sea, tú creías que no te veía, pero te observaba desde la esquina de tu instituto y te seguía para que llegaras bien a tu casa. Te veías triste trataba de contener mis fuerzas de salir corriendo y tomarte entre mis brazos cada vez que veía que salía alguna gota salada de tus hermosos ojos, pero me contenía, yo ya me había decidido a irme a tu casa cuando lo hice, ahora quería saber si tú eras caspas de hacer lo mismo por mí.
De pronto me encontraba en mi casa leyendo uno de los tantos libros que tenia que leer cuando solo el teléfono, era Naruto que me decía que habías desaparecido hace más de cuatro horas y nadie sabía donde estabas, que tú solo habías dicho que irías al medico y cuando volviste te fuiste a tu recamara y saliste desde entonces estaban todos muy preocupados.
Yo me desespere. Me comencé a culpar si algo te pasaba. Y era por mi culpa. Yo me moría.
De pronto el timbre de la casa sonó. Corrí a la puerta y allí estabas tú, con una sonrisa que podía despejar cualquier tormenta.
No me dijiste nada, solo me acercaste una carta, la tome entre mis manos y comencé a leer.
Mi vista viajo por todas partes de la hoja, sin comprender nada. Hasta que mis ojos se detuvieron en una insignificante frase:
"Tez de embarazo positivo".
Creí que me iba a dar un ataque.
Te mire preguntando si era lo que imaginaba, a lo que solo respondiste con un tierno beso en mis labios.
Estaba demasiado feliz. La dicha no me caía en el pecho.
Te besé de una manera que creo que nunca te había besado. Te separé de mí y te tomé de la mano. Cerré la puerta y nos dirigimos a tu casa, donde hable con tus padres y pedí tu mano.
Tu madre me sonrió dulcemente como si lo hubiese sabido.
Tu padre y tu abuela comenzaron a gritarme
"que era un irresponsable"...
"que la juventud de hoy"
Y otra sarta de estupideces, hasta que se calmaron y aceptaron el hecho de que con su consentimiento o sin el, yo me casaría contigo de todas maneras.
Paso el tiempo y acabas de dar a luz.
Mi hija es realmente hermosa.
Salio muy parecida a ti, pero tiene mis ojos y al parecer mi carácter por que es muy tranquilla.
Lastima que las cosas no cambiaron mucho.
Nos cambiamos de casa a una que quedaba mas cerca de las de tus padres, para que ellos te pudieran cuidar mientras yo me encargaba de los negocios de mi familia.
Tu madre y tu hermano prácticamente vivían en nuestra casa, solo le faltaba que se trajeran sus cosas y se instalaran.
El fin de semana llegó, y con ellos tu familia a celebrar el nacimiento de Yuna.
Se encuentran todos, tu encantadora abuela y tu sabio padre que no paran de molestarme, Naruto que ya no tiene como chantajearme junto con Sasuke y Daijirou, su hijo. Tu madre que no deja de traernos sus ricos platillos cada vez que puede...
Si, esta es mi casa, es tu casa,"es tu casa de locos"... nuestra casa al fin y al cavo.

Fin

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